El viajero pagado

Uno de mis primeros trabajos mientras estudiaba relaciones públicas en Inacap fue en Nueva Imagen, la productora de donde han salido grandes producciones visuales en Chile. Fue ahí que no recuerdo como llegue a un proyecto que financiaba una ONG belga (creo) permitía contar con equipos de video y audio más una pantalla gigante con la cual pasabamos películas en las diversas poblaciones de Santiago y en algunas ocasiones en regiones. Bien recuerdo unos viajes a Parral y otros espectaculares a San esteban en Los Andes. Hoy recuerdo con cariño aquella experiencia en que esperabábamos que anocheciera para pasar los documentales de Teleanálisis, que habían hecho algunos de los socios de Nueva Imagen en los tiempos más duros de la dictadura de Pinochet, o los videos de Amnistia Internacional , pero un clásico eran los videos de Los Prisioneros y de Juan Luis Guerra. La Victoria, Santa Olga, La Estrella, Los cerros de Renca, La legua, Santa Raquel, Lo Hermida, La Palena, eran distintas poblac

Hace exactamente doce años, un 23 de agosto de 2004, dejó este mundo a quien considero uno de mis mejores amigos, profesor, guía y jefe: Cornelio González . Periodista de tomo y lomo, un personaje de esos que pasan por la vida y del que te recuerdas casi todos los días. Padre de dos pequeñas, la Valentina y la Manuela, ambas hoy unas verdaderas mujeres quede poder verlas hoy su padre estaría orgulloso al igual que al haber tenido por esposa a otro ser especial, la Katina. Hombre especial. Tan especial que tras su muerte sus amigos quisieron rendirle un homenaje que fue más allá de lo común: Hoy una placa en la sala que ocupa el jefe de comunicaciones -en la que trabajamos entre 1990 y 1994- lo recuerda, y en Talagante sus amigos de infancia con esfuerzo y dedicación lograron que un colegio llevara su nombre y hoy cerca del camino antiguo a Melipilla se levanta la "Escuela Cornelio González". Con fecha 9 de abril del 2001, mediante Acuerdo Nº 029, el Concejo Municipal, por u

En julio de 2002 la embajada de Israel en Chile me invitó a conocer la economía de ese lejano país en el Medio Oriente. Fueron 13 días de una experiencia que suelo recordar muy seguido por lo que aprendí y viví. Desde el minuto en que llegue al aeropuerto de Hamburgo en Alemania para tomar el vuelo de El-Al, la línea aérea israelí, el viaje fue diferente a cualquier otro que he efectuado. Fueron tres horas las que me tomó en un ala especial del aeropuerto el chequeo para entrar al avión. Tres horas que en ese momento, fue antes del atentado a las Torres Gemelas, no entendía. No sólo me hicieron sacar los zapatos y correas sino que inspeccionaron la maleta que embarque en Santiago y creía recién iba a ver en Tel Avit. Pero no fue lo único que tuve que enfrentar en este chequeo. Antes de salir de El Diario pedí un pequeño computador que no habían utilizado hace meses por lo que no tenía batería y no prendía. Lo que me preguntaban era porque llevaba un computadora sin batería, no bastó co