Cuando el Banco Central hace 50 años conmemoró con un billete la Nacionalización del Cobre
Este 11 de julio se conmemoraron 50 años de la aprobación de
una de las leyes más simbólicas para Chile, la nacionalización del cobre, el
salitre y el hierro.
Por unanimidad del Congreso, ese día en 1971, los chilenos
se hicieron cargo de los principales yacimientos que estaban en manos de
empresas extranjeras.
Para conmemorar ese hito, el Banco Central de Chile emitió
un billete que recordaría por generaciones ese acuerdo alcanzado por el país.
Los 500 escudos emitidos en 1971 es el
billete más emblemático de los años setenta. Su dimensión fue de 145 x 70
milímetros, impreso en papel de color blanco, de igual calidad y apariencia a
los demás billetes confeccionados en ese período.
Es el único billete nacional que su figura representa a un
personaje anónimo y no un prócer de nuestra historia. La imagen es la de un
minero con casco sobre un fondo que representa un establecimiento minero. Su
inspiración pudo haber sido la estatúa que estaba en la puerta 1 de
Chuquicamata, pero no hay seguridad de ello. En la parte inferior ocupando la
base se destaca la leyenda: “1971, Año de la Nacionalización del Cobre, Salitre
y Hierro”.
Tuvo como filigrana (sello de agua), es el retrato de Diego
Portales de perfil, mirando hacia el dentro del papel moneda.
En su reverso, al lado izquierdo dentro del óvalo de la
filigrana aparece el Escudo Nacional. Hacia la derecha se destaca una viñeta
con la mina Chuquicamata en color rojo burdeos, con la palabra Chuquicamata.
Debajo la frase de José Manuel Balmaceda: “No debemos consentir que esa vasta y
rica región sea convertida en una simple factoría extranjera”. Balmaceda.
Su grabador fue el maestro chileno-español José Moreno
Benavente, quien trabajó durante cuarenta y cuatro años en la Casa de Moneda de
Chile.
De este billete hubo tres emisiones. Dos de ellas bajo la
presidencia de Alfonso Inostroza y como gerente general, Jaime Barrios. Y una
tercera tras el Golpe que fue firmada por el general Eduardo Cano y como
gerente general Carlos Molina.
Barrios, cuya firma aparece en las primeras dos emisiones,
había siso asesor de económico de Ernesto Guevara en Cuba y había renunciado al
Banco algunos meses antes del Golpe - reemplazado por Carlos Matus y Humberto
Trucco en junio y septiembre de 1973- se había integrado como asesor del Presidente
Salvador Allende. El día del Golpe estaba en La Moneda y hoy se encuentra en la
lista de Detenidos Desaparecidos. Su rastro se perdió el 13 de septiembre de
1973 desde el Regimiento Tacna.
Increíble, pero ese mismo día dos años antes, fue publicado el
Decreto de Hacienda N° 1.497, firmado por el Presidente de la República,
Salvador Allende, y su Ministro de Hacienda, Américo Zorrillas que dio vida al
billete de 500 escudos. Su finalidad económica era responder al proceso
inflacionario en crecimiento constante, pero también buscó transmitir los
valores históricos, políticos y culturales con los cuales se identificaba la
gestión de gobierno.
El billete en sus cuatro años de circulación -hasta
septiembre de 1975 cuando entró en vigencia una nueva unidad monetaria, el peso-
fue objeto de varias historias como la de ser un “pasaporte” en las reuniones
de los militantes de izquierda que se reunían clandestinamente tras el Golpe.
Para entrar tenían que mostrar que en su billetera hubiese uno de esos billetes.
Este mismo billete también pudo haber inspirado al segundo
billete que representa a un minero en el mundo: los 20000 dinares que emitió la
extinta Yugoslavia a comienzos de la década de los ochenta.
Entre numismáticos, las piezas más buscadas de este billete son algunas de la segunda emisión que, por alguna razón, están sin la leyenda del Presidente Balmaceda y estuvieron en circulación. Su escasez las hace apetecidas para las colecciones privadas.
Decreto publicado en el Diario Oficial de 1971
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