Lota. La que surgió a punta de picota y sudor. Esa ciudad sureña que volví a visitar en julio 2004 y en que un nuevo porvenir se asomaba. Invitado por BancoEstado recorrimos con Julio Castro (de quien son las fotos) sus calles. De ahí surgió esta nota:




Orgullosos de su pasado, Lota busca renacer

Francisco Venegas nació en el Hospital de la Empresa Nacional del Carbón (Enacar) en la ciudad de Lota, su madre trabajó en la compañía carbonífera hasta 1995 cuando se retiró aprovechando uno de los planes ofrecidos por el gobierno.
De pequeño, Francisco siempre pensó que terminaría trabajando en la empresa que por 150 años marcó la vida a este pequeño pueblo de la región del Bío Bío.
Hoy Francisco trabaja en el mismo recinto que lo vio nacer, pero él no es médico ni trabaja para Enacar si no que es jefe de operaciones de la empresa de contacto telefónico MediaCorp. En su oficina, la antigua sala de operaciones del Hospital, es el responsable que las 402 personas cumplan la labor de ser la cara, o mejor dicho la voz, de empresas como Telefónica CTC Chile, Globus 120, CTC Mundo, Isapre Más Vida, entre otras.
En Lota, que en mapuche significa “pequeño caserío”, están conviviendo claramente dos culturas. Una que añora el pasado y que se puede ver en las esquinas de la ciudad y aquella que intenta nacer de entre las cenizas del carbón a nuevas áreas de desarrollo, como la de servicios.
“Vemos a la gente más joven que entiende que el mundo ofrece posibilidades muy amplias, que tiene en su memoria una Lota de tradición y de historia, pero que está dispuesta a innovar. Y otra cultura que vivió de la vieja tradición que vivió al alero de una empresa estatal que proveía todos los elementos que requería la comunidad”, explica el actual intendente de la VIII Región, Jaime Tohá, y quien fuera el encargado de poner el “candado” a las operaciones de Enacar en Lota en abril de 1997.
Hasta hace siete años, esta pequeña ciudad era el corazón de la industria del carbón en el sur de Chile. “Todo giraba en torno a la mina. El comercio, los servicios y la recreación”, recuerda con nostalgia Víctor Mendoza, presidente del sindicato Renacer Minero que agrupa a los ex trabajadores menores de 40 años que no obtuvieron el puente jubilación tras el cierre de la mina.
Con 52 mil habitantes, Lota es una de las comunas más pobres del país: 41% de sus habitantes está bajo la línea de la pobreza y su tasa de desempleo alcanza el 13,2%, todo pese a captar el 40% de planes de empleo de gobierno en la región del Bío Bío.
A pesar de estas cifras, la situación que se vive claramente no es la misma a la de hace sólo un par de años cuando la desocupación comunal superaba el 20% y existía un marcado pesimismo sobre el futuro.
Las nuevas actividades que han aparecido como los call center del BancoEstado y MediaCorp, el circuito turístico Lota Sorprendente, el Centro de Formación Técnica que maneja la Universidad de Concepción y Corfo, las sedes de las universidades de Los Lagos, Arcis y Viña del Mar, los programas de infraestructura y la consolidación de pequeños microempresas que surgieron con las indemnizaciones de los trabajadores de Enacar han introducido un nuevo aire.

Historia

Todos reconocen que la mantención de las operaciones de Enacar se hicieron inviables.
Las fuertes pérdidas que conllevaba mantener su operación llevaron al gobierno de Patricio Aylwin a iniciar un proceso de la reconversión de la zona del carbón en 1993.
La aprobación de la llamada ley del carbón Nº 19.129 significó la salida de más de 4.000 trabajadores a través de planes de retiro voluntario, indemnizaciones por años de servicio dobladas, pensiones y jubilaciones.
La viabilidad de Enacar dependía de iniciar un proceso de modernización de las faenas de manera que el costo de extraer fuera rentable. En 1996 los costos de producir una tonelada de carbón en Enacar alcanzaban a US$ 140, en circunstancias que era vendida a US$ 55. Las pérdidas de la compañía alcanzaron a $ 21 mil millones en 1994, $ 17 mil millones en 1995 y $ 19 mil millones en 1996.
El costo para el Estado en los últimos 10 años de funcionamiento de Enacar se calcula en US$ 500 millones.
Antes del cierre, la administración elaboró el Proyecto Lota 2001 que permitiría a la empresa ser viable. No obstante, el despido de 97 trabajadores derivó en un largo proceso de movilización que terminó en protestas e intensas movilizaciones de parte de los trabajadores. Los piques de Lota se hicieron inviables económicamente.
La toma por tres meses y la nula mantención a la mina derivó en su completa inundación. “Cometimos el error de que nos tomamos el pique y no mantuvimos la mina y esta se inundó. Después cuando se solucionó el conflicto no podíamos trabajar y el gobierno se dio cuanta que era imposible seguir en esas condiciones y cumplir los plazos del plan trazado”, señala el dirigente de Renacer Minero. Esto marcó que en abril de 1997 se cerraron las operaciones de Lota.

El plan
En una primera etapa el gobierno realizó un proyecto de reinserción laboral que contempló entregar cursos de peluquería, mecánica, soldadura, administración y repostería, entre otros, a los mineros.
El resultado fue negativo. “Vinieron a imponer cursos sin saber las necesidades reales de Lota. A los centros que capacitaron les importaba dar cursos para cobrar e irse”, explica Víctor Mendoza.
A partir de 2001, Corfo implementó un “Plan de Reconversión Laboral y Productiva de la Zona del Carbón” que hasta el año 2002 había implicado una inyección de recursos superior a los US$ 170 millones.
Aunque las autoridades dicen que el plan ha sido eficaz, ya que se han creado unos 5 mil empleos en el golfo de Arauco, reconocen que hay aspectos que estuvieron por debajo de lo esperado.
“Lo que hemos hecho en Chile con la reconversión de la industria del carbón es un resultado razonable si se tiene en cuenta los miles de millones de dólares que le han significado a otros países que han vivido este proceso”, indica el Intendente Tohá.
Esto lo ratifica el jefe de proyectos de Corfo en la VIII Región, Marcos Apablaza, quien destaca la creación del Centro de Formación Técnica Lota-Arauco y la instalación de varias empresas en el Parque Industrial.
Este es el punto bajo del plan de reconversión. “El Parque Industrial fue un fracaso, se aprovecharon un subsidio de un año y ocho meses y el no pago de patentes. Luego sin ningún respeto a la comuna y se marcharon”, acusa el alcalde DC, Patricio Marchant.
Tohá asegura que en esta materia “no se logró todo lo que hubiésemos querido, pero ello no ha dependido sólo del gobierno, porque varias empresas que llegaron no fueron capaces de cumplir con su compromiso”.
Pero la historia del parque no termina ahí. Dado que se considera que no se cumplió se anuncian acciones legales para recuperar los terrenos vendidos.
Una de las empresas que se señala, Calzados Albano, se defiende. “Estuvimos dos años, con una línea de calzado económico, pero la situación externa del mercado cambió y decidimos unificar toda nuestra actividad en Concepción y nos trajimos a parte importante de los trabajadores que habíamos formado”, explica Cristián Aravena, gerente de operaciones y desarrollo de Albano.
Agrega que “en este momento estamos en conversaciones para el arriendo de los galpones que construimos, 800 mt2 , en los 3.000 mt2 que adquirimos. Ahí se puede instalar cualquier fábrica ya que es llegar instalarse y comenzar a operar”.
Marcos Ferrand, gerente del circuito turístico Lota Sorprendente, mira más tranquilamente lo acontecido con el parque. “Lo que fracasó fueron las metas no el proyecto de parque industrial. Se hablaba de la llegada de unas 16 empresas, llegaron 14 de las cuales quedan sólo algunas”, señala.

Eficaz, pero caro
El Instituto de Economía de la Universidad Católica señaló en un informe sobre el impacto del programa de reconversión que en términos de eficacia el plan fue “exitoso”. “Casi en su totalidad los ex mineros de Lota encontraron una solución laboral o lograron acceder a una pensión que les permitió tener un ingreso decoroso”, indica.
Agrega que “se materializaron más de 100 proyectos con una inversión superior a los US$ 170 millones en el período 1995-2002 y de los cuales el 75% está en operación”.
El informe también indica que el costo total del programa, incluyendo el plan de jubilaciones, alcanzó $ 24 mil millones preguntando si se podría haber hecho más con esos fondos.
Pero cuando uno pasea por Lota Alto ve importantes avances respecto a la situación de 1997. Aparecen iniciativas que son ejemplos, como el centro de contacto de BancoEstado que está dando trabajo a 280 personas y espera llegar en un futuro a las 400; la empresa de call center MediaCorp con 402 empleados y que a través de una alta calidad de servicio, le permitirá en los próximos meses certificarse con el ISO 9.000, espera llegar a 2.000 personas en su planta en los próximos años; el Centro de Formación Técnica con 2.500 estudiantes y que es la base para el desarrollo de las nuevas fuentes de empleo en los servicios, turismo y sector maderero; y el programa turístico a cargo de Fundación Chile, Lota Sorprendente, que espera recibir a unas 200 mil personas en los cinco museos temáticos. Esta es parte de la nueva Lota que crece mirando las potencialidades geográficas e históricas que entrega un pequeño pueblo que está arraigado en la memoria de Chile.
“En los próximos 10 años es más que razonable esperar el término de los apoyos económicos, ya que el potencial que posee esta ciudad es enorme desde el punto de vista de nuevos sectores productivos”, dijo Tohá.

Nuevos proyectos
Proyectos existen. El Intendente Jaime Tohá asegura que se insistirá en la licitación del Puerto de Lota, hoy en manos del Sistema de Empresas Públicas (SEP), ya que se está viendo que la sobreoferta portuaria de la VIII Región esta disminuyendo, asegura que se seguirá mejorando la infraestructura carretera y en 2006 debería estar llegando el Metrotren a Concepción.
El alcalde Marchant sostiene que esperan mantener los planes de empleo y continuar pavimentando, habilitando recintos deportivos, y la infraestructura de colegios. Espera que la construcción de la ruta costera también colaboré en la disminución de la desocupación.
El gerente de Lota Sorprendente añade proyectos privados que se están realizando como la ampliación del Hotel Isidora y de Apart Hotel que está al lado del Parque Lota, además de la construcción de varios camping en la zona. “Esta es una de las pocas ciudades en que no existe un mercado persa, que no tiene lustrabotas en su plaza, que no existe una feria de antigüedades ni artesanal permanente”, dice.
Destaca el proyecto que ganaron en el Fondart que permitirá que los extras que participaron en la filmación de la película SubTerra mantengan una representación de época permanente en la mina Chiflón del Diablo. Y el sindicato Renacer Minero no se queda atrás. Está construyendo un camping cerca del Parque Lota; creó la radio Renacer; formó un organismo técnico de capacitación que ha enseñado a los mineros de Collico, Trongol y Lebú la manera en que se operaba en Lota; un preuniversitario; y han logrado varios cupos en los programas de gobierno. Pero su mayor logró es la creación de la corporación de desarrollo privada Renacer Lota que les permitirá concursar y hacer aún más proyectos. Eso sí, insisten, en que no abandonaran el derecho de exigir al gobierno tener una seguridad social después de tantos años trabajando en la mina.

Comentarios

Ceci dijo…
Hola Jaime,

¡Tanto tiempo! Soy Cecilia Jamasmie. Te mando un saludo desde Canadá donde vivo hace más de tres años.

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