Mariano Puga, el cura obrero, se fue a encontrar con su Cristo Rey


En septiembre Mariano Puga despedía a otros de los curas que fueron ejemplo de compromiso en Chile: José Aldunate sj. Cantando con su acordeón y celebrando que "el Pepe" ya estaba con Cristo y bromeaba con que él luego lo alcanzaba. Cuando terminó el velorio en el Museo de La Memoria se fue caminando con sus ojotas del brazo de Lorena Pizarro, quien fuera la Presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos y detrás le traían la silla de ruedas que usaba, pero que no la quería porque había que caminar para despedir al Pepe.Fue la última vez que lo saludé y hablamos breves minutos. ¿Cómo está Padre? Hay que estar bien, me dijo. Sencillo, humilde, pero firme. Así siempre lo vi las carias veces que me cruce con él en su vida, las que fueron varias.
Mariano es el ejemplo vivo de esa iglesia cercana y que comprende que los pobres no solo necesitan caridad sino que ser consideras una PERSONA, un hermano.Sólo hace ocho días encabezó una misa por los detenidos en la crisis social que estamos viviendo. Y antes nos llamó en una carta a que nos dice que "¡el despertar no tiene que morir nunca más!" y agrega que "la revolución no se hace con los poderosos, sino con aquellos que hacen suya la causa de los sin poder y ésos nos faltan hoy".Pero no se quedó en eso. Además le escribió horas antes de morir a sus hermanos sacerdotes y les preguntaría "¿De qué vale la fe si no tiene obras?... ¿Con qué Cristo comulgamos?" Una crítica abierta a esa iglesia que se ha refugiado en el silencio y que por sus pecados ha olvidado la esencia de Cristo.Gracias Mariano. Eras de los hombres y mujeres que valía la pena conocer y de los que admiró profundamente. Descansa con tu Cristo Rey, cura obrero.


Aquí está el vídeo en que nos canta Buena Nuevas para mi Pueblo.

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